Vamos a donar TAPABOCAS
Lo más duro de mi industria es saber que si no tenemos que vender no tenemos que coser. Siento un vacío infinito al ver mis máquinas apagadas y ver a mi equipo de trabajo mirándome con ese temor de no saber si lograremos llegar a la siguiente quincena. Tengo una excelente capacidad de preveer las cosas y sé muy bien que esto va para mucho más largo de lo que se dice por ahí.
Con el apoyo de Sandra Forero de la panadería Chavez, hoy pudimos donar los primeros 150 tapabocas al comedor comunitario de mi prima Lili. Sé que esto es un primer paso, pero siempre es mejor un paso que ninguno.